Estoy trabajando por la mañana de
cuidador de animales en Australia. El agua fina de la lluvia de otoño hizo que
me oliera a pelo de animal, a lo lejos vi a un señor haciéndome señales, cuando
llegó supe que quería adoptar a una cría de canguro, cuando terminé de
atenderle fui al bosque.
Encontré un koala con una herida
en la pata, fui a toda prisa hacia el centro de cuidados, por el camino me
encontré con Salma que me siguió hasta
el centro de cuidados, atendí al pobre koala y lo dejé durmiendo. Hablé con
Salma y me dijo que un cazador andaba por el bosque, luego me lo describió, era
alto, moreno y con un tatuaje de un demonio en el brazo derecho,¡era justo al
que le había dado la cría!
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